Partido
vibrante el que ha disputado hoy el Sevilla en el Vicente Calderón, en la ida
de las semifinales de la Copa del Rey.
Un
equipo que, personalmente, cada vez me gusta más, y no porque juegue mejor ni
peor, sino fundamentalmente porque sabe luchar y algo muy importante que no
ocurría hace unas semanas: sabe reponerse ante las adversidades. Saca esa casta
que tanto echábamos de menos los aficionados sevillistas cuando las cosas van
mal.
En el
día de hoy hay que reconocer que el Sevilla F.C. ha salido vivo de la primera
parte del partido. En este primer acto el equipo perdía el balón con excesiva
facilidad. Demasiados pases errados por parte de los jugadores sevillistas. La
presión del At. de Madrid recordaba a la que hace tan sólo tres días le hicimos
nosotros al Granada, lo que generaba continuas ocasiones de peligro, si bien
pocas de estas ocasiones eran claras. Además, hemos visto hoy a un portero que
a mí, personalmente, me ha gustado. Para estar recién llegado Beto se ha
entendido a las mil maravillas con sus nuevos compañeros y ha demostrado
carácter y autoridad (además de reflejos
y buenas maneras).
En este
primer tiempo, el At .de Madrid, con la complicidad de Ayza Gámez (arbitraje
vergonzoso durante todo el partido), pudo haberse ido con más premio. Pero no
fue así.
Llega
la segunda mitad, y a un jugador como Spahic que hasta el descanso todo lo
había hecho bien (incluso yo diría que había sido el mejor del equipo) se le va
la pinza y comete el penalti absurdo que nos cuesta un gol en contra y quedarnos en inferioridad.
Por un
momento se me vino a la cabeza ese Sevilla de hace unas semanas, haciendo
tonterías que nos costaban partidos. Pero no, este equipo es distinto. El
Sevilla le echó casta, porque “dicen que nunca se rinde”, y en una genialidad
del Duende de Los Palacios y una magnífica definición de Álvaro Negredo llegó
la jugada que devolvería la igualdad al marcador y al número de jugadores de
cada equipo.
A
partir de ese momento el Sevilla se convirtió en claro dominador del encuentro,
encerrando al equipo del Manzanares como creo que ningún otro equipo había
conseguido hacer en su estadio esta temporada.
Pero
entonces llegó el segundo penalti. Por más que veo la jugada repetida no
entiendo a aquellos que dicen que es igual que la de Spahic. En ésta ocasión Fernando
Navarro es claramente empujado por el jugador colchonero y, tras la falta, cae
al suelo tocando el balón con la mano.
Desde
mi punto de vista, otro regalito de Ayza Gámez al que, imagino, es el club de
sus amores, porque si no no entiendo nada. Otro detalle de este señor: con toda
la leña que ha dado el At. de Madrid en el partido, la primera tarjeta amarilla
para un jugador colchonero la muestra en el minuto 78. Antes había perdonado al
menos seis o siete cartulinas amarillas a jugadores de este equipo.
A pesar
de todo, el Sevilla siguió demostrando personalidad y siguió encerrando al
contrario en su área. Hasta la expulsión de Fernando Navarro que ya nos hizo tener que defender el resultado.
Últimas
dos cosas. La primera, no me ha convencido del todo el planteamiento táctico de
Unai Emery. Quizá con otro dibujo no habríamos pasado tantos apuros en la
primera mitad. Nunca lo sabremos, pero tiene todo mi respeto porque éste sí se
ve que es un entrenador que, se podrá equivocar o no, pero sí entiende de
fútbol.
La segunda: ¿Desde cuándo Tele 5 es la
televisión oficial del Atlético de Madrid? No lo sabía. Vaya vergüenza de
retransmisión (yo terminé escuchando el partido por la radio). Imparcialidad al poder. Y objetividad en los medios de comunicación. Sí señor.