domingo, 21 de abril de 2013

Da igual quien nos arbitre

Da igual. Porque al final el resultado siempre es el mismo. Robo. Mangazo. Atraco.

Hoy no estaba Gary Medel para echarle la culpa. Hay que reconocer que tampoco el Sevilla le dio al partido la intensidad de la semana pasada contra el Betis (hasta que nos dejó Del Cerro Grande).

El Sevilla ha tenido un partido bastante controlado. Un partido espeso, porque los partidos ante equipos marrulleros suelen ser así. Con pocas ocasiones, casi todas para el equipo sevillano, que, como casi siempre, no ha sabido culminar.

La pizarra de Emery hoy, siendo honestos, creo que tampoco ha ayudado demasiado. Ha intentado algo distinto que, probablemente, no ha dado los resultados deseados.

Y los cambios han aportado poco o nada al equipo. Lo de Babá,... en fin, me voy a callar.

El Sevilla, como digo, no ha hecho hoy un partidazo, ni habríamos goleado en condiciones normales al At. de Madrid.

Pero al margen de todo esto, el partido lo decide hoy, de nuevo, el señor encargado de impartir justicia en el campo. Que por lo que se ve, cuando está el Sevilla F.C. de por medio, se llame como se llame, se convierte en el señor encargado de impartir injusticia.

Hoy se llamaba González González. Éste es el responsable de que hoy el Sevilla F.C. haya perdido su partido.


Y hasta que desde el club no se dé un golpe en la mesa y se hable claro creo que seguirán volando muchos puntos gracias a los González González, Del Cerro Grande, Pérez Lasa, Undiano Mallenco,...

En el día de hoy este señor ha permitido todo el juego sucio habitual del At. de Madrid, también el teatro vergonzoso (por cierto, pésimo actor) de Diego Costa, y además les ha concedido un gol ilegal que ha decidido el partido.

A pesar de todo lo que ya he dicho, no busquemos más responsables. Tres puntos que vuelan gracias, de nuevo, al mangante de turno.

sábado, 13 de abril de 2013

Otro mangazo, pero éste duele más

Habiendo dejado pasar un tiempo y analizando en frío el partido de ayer, sigo alucinando con el robo descarado que sufrió en Sevilla F.C. en el estadio Benito Villamarín.

No deja de ser un robo más. Los aficionados de otros equipos probablemente no sufren esto, pero los aficionados sevillistas sí estamos más acostumbrados a ver como el árbitro de turno evita de manera descarada, con su actuación, una victoria de nuestro equipo. Que conste que el Betis es otro equipo acostumbrado a que le roben. Somos equipos que los colegiados no respetan, y ésa es la consecuencia. Pero esta vez nos tocó a nosotros, y de qué forma.

Ya la semana pasada Mateu Lahoz hizo todo lo posible para que el Sevilla F.C. no ganara su partido. Y aún así, milagrosamente, nos llevamos los tres puntos.

Ayer no fue posible.

Del Cerro Grande comenzó el partido demostrando lo malísimo que es. Dejando sin castigo primero una falta durísima de Paulao sobre Negredo (imagino que las agresiones en el minuto 1 no son expulsión) y después otra entrada de amarilla de Alberto Moreno sobre Campbel.

El Sevilla le estaba dando un monumental baño al rival, que no sabía como reaccionar. En el primer tiempo el árbitro sólo fue protagonista, además, en un par de fueras de juego inexistentes que señaló a jugadores sevillistas cuando se marchaban solos hacia portería.

Sí, por más que algún bético quiera ver protagonismo arbitral en el correctísimo segundo gol de Rakitic, que marca tras recibir un pase de un defensa verdiblanco, mientras Negredo, en fuera de juego, se desentendía de la jugada y no hacía por jugar el balón. Gol tonto, pero gol absolutamente legal.

El regalo de Medel al filo del descanso para poner el 1-3 no debió ocurrir nunca. Pero el partido seguía totalmente controlado.

Y así comenzó el Sevilla la segunda mitad. Con el partido controlado, creando ocasiones de peligro, y el Betis perdido en el campo. Pero desconozco qué ocurrió en el tiempo de descanso para que Del Cerro Grande decidiera, en la segunda mitad, convertirse en un bético más y destrozar el partido para el Sevilla.

Primero con un penalti inexistente (¿cómo se puede señalar penalti en esa jugada?) y después con una doble agresión en la que sólo castigó con expulsión a uno de los dos agresores. Evidentemente, al sevillista. Los golpes en la cara son exactamente iguales. Calcados. Pero Gary Medel no se tiró al suelo revolcándose como si le hubieran disparado y Cañas sí lo hizo. Entiendo, entonces, que las jugadas no se castigan por la acción del que comete la falta sino por el teatro del que la recibe. Bueno es saberlo.

El colegiado salió tras el descanso con el objetivo evidente de la remontada, y lo consiguió. Y su trabajo, en este sentido, fue magnífico.

Mirando a mi equipo, dos puntualizaciones.

Hay que seguir puliendo a Gary Medel. Creo que es un jugador que nos da mucho más de lo que nos quita. Pero sus pérdidas de control empiezan a cansar, y son la excusa perfecta para los mangantes de turno.

Con respecto a la actitud, el juego, la entrega y el compromiso del equipo ayer sólo puedo sentirme orgulloso de ser sevillista. Chapó para los jugadores y su entrenador en un partido que, de no ser por el ladrón de turno, podría haber terminado en una goleada de escándalo.


martes, 9 de abril de 2013

Gracias, Mateu Lahoz

Gracias por hacer que nuestro equipo lo pase tan mal para ganar a un conjunto tan malísimo como el Athletic de Bilbao. ¡Qué árbitro, Dios mío!

Así se valora más la victoria. Enhorabuena, chavales. Enhorabuena, Emery.

Y gracias, Coke, por la mierda de partidito que has hecho. Imagino que sigues tapando bocas.

Y el "mono" Perotti ha vuelto. Enhorabuena.

Ahora a seguir de tres en tres para meternos en Europa. Yo mantengo mis apuestas.