sábado, 13 de abril de 2013

Otro mangazo, pero éste duele más

Habiendo dejado pasar un tiempo y analizando en frío el partido de ayer, sigo alucinando con el robo descarado que sufrió en Sevilla F.C. en el estadio Benito Villamarín.

No deja de ser un robo más. Los aficionados de otros equipos probablemente no sufren esto, pero los aficionados sevillistas sí estamos más acostumbrados a ver como el árbitro de turno evita de manera descarada, con su actuación, una victoria de nuestro equipo. Que conste que el Betis es otro equipo acostumbrado a que le roben. Somos equipos que los colegiados no respetan, y ésa es la consecuencia. Pero esta vez nos tocó a nosotros, y de qué forma.

Ya la semana pasada Mateu Lahoz hizo todo lo posible para que el Sevilla F.C. no ganara su partido. Y aún así, milagrosamente, nos llevamos los tres puntos.

Ayer no fue posible.

Del Cerro Grande comenzó el partido demostrando lo malísimo que es. Dejando sin castigo primero una falta durísima de Paulao sobre Negredo (imagino que las agresiones en el minuto 1 no son expulsión) y después otra entrada de amarilla de Alberto Moreno sobre Campbel.

El Sevilla le estaba dando un monumental baño al rival, que no sabía como reaccionar. En el primer tiempo el árbitro sólo fue protagonista, además, en un par de fueras de juego inexistentes que señaló a jugadores sevillistas cuando se marchaban solos hacia portería.

Sí, por más que algún bético quiera ver protagonismo arbitral en el correctísimo segundo gol de Rakitic, que marca tras recibir un pase de un defensa verdiblanco, mientras Negredo, en fuera de juego, se desentendía de la jugada y no hacía por jugar el balón. Gol tonto, pero gol absolutamente legal.

El regalo de Medel al filo del descanso para poner el 1-3 no debió ocurrir nunca. Pero el partido seguía totalmente controlado.

Y así comenzó el Sevilla la segunda mitad. Con el partido controlado, creando ocasiones de peligro, y el Betis perdido en el campo. Pero desconozco qué ocurrió en el tiempo de descanso para que Del Cerro Grande decidiera, en la segunda mitad, convertirse en un bético más y destrozar el partido para el Sevilla.

Primero con un penalti inexistente (¿cómo se puede señalar penalti en esa jugada?) y después con una doble agresión en la que sólo castigó con expulsión a uno de los dos agresores. Evidentemente, al sevillista. Los golpes en la cara son exactamente iguales. Calcados. Pero Gary Medel no se tiró al suelo revolcándose como si le hubieran disparado y Cañas sí lo hizo. Entiendo, entonces, que las jugadas no se castigan por la acción del que comete la falta sino por el teatro del que la recibe. Bueno es saberlo.

El colegiado salió tras el descanso con el objetivo evidente de la remontada, y lo consiguió. Y su trabajo, en este sentido, fue magnífico.

Mirando a mi equipo, dos puntualizaciones.

Hay que seguir puliendo a Gary Medel. Creo que es un jugador que nos da mucho más de lo que nos quita. Pero sus pérdidas de control empiezan a cansar, y son la excusa perfecta para los mangantes de turno.

Con respecto a la actitud, el juego, la entrega y el compromiso del equipo ayer sólo puedo sentirme orgulloso de ser sevillista. Chapó para los jugadores y su entrenador en un partido que, de no ser por el ladrón de turno, podría haber terminado en una goleada de escándalo.


2 comentarios:

José Luis dijo...

En esta ocasión, hago el comentario porque, casi siempre, a grandes rasgos, coincido con lo que publicas, aunque tengo que argumentar que, la diferencia entre la forma de jugar del primer tiempo y del segundo de nuestro equipo, viene marcada por un hecho, mejor dos, que fueron determinantes para que el de enfrente se creciera.
Si seguiste viendo los reportajes del final del partido, hubo una entrevista a Gordillo en la que decía que no es lo mismo irte al vestuario cero tres que cero uno, que eso les sirvió de mucho. Esa es la clave de todo el proceso, además de que el chileno no tenga capacidad cerebral suficiente para haberse tirado al suelo cuando el otro le tocó la cara.
Por lo tanto, resumo, hemos perdido (que eso del tres a tres es perder el partido, no empatarlo) porque Gary Medel es incapaz de controlar sus instintos, además de no ser capaz de distinguir cual es la mejor opción: echarle la pelota a un compañero que tenia a la izquierda a dos metros o vacilar y levantar un sombrerito por encima del bético, que no desaprovechó la ocasión.
En cuanto a lo que Medel nos da y nos quita, por ejemplo nos da el ser el jugador de la liga más expulsado, dejar a su equipo vendido en más de una ocasión y una imagen del jugador sevillista “tipo” que raya más en el cromañón que en el jugador de talento, ingenioso y elegante como Kanouté, Campanal, o el mismo Jesús Navas.
Y en cuanto a lo del árbitro, habrá que acostumbrarse, la realidad es que no pintamos mucho en el panorama actual del futbol; el Sevilla no tiene la identidad de 2007-2010, ni el oficio. ¿Tu crees que se le hubiera ido el cero tres a aquel equipo? Yo le doy un 10 por ciento de la culpa al árbitro y un noventa al chileno.
Un saludo

José Luis dijo...

En esta ocasión, hago el comentario porque, casi siempre, a grandes rasgos, coincido con lo que publicas, aunque tengo que argumentar que, la diferencia entre la forma de jugar del primer tiempo y del segundo de nuestro equipo, viene marcada por un hecho, mejor dos, que fueron determinantes para que el de enfrente se creciera.
Si seguiste viendo los reportajes del final del partido, hubo una entrevista a Gordillo en la que decía que no es lo mismo irte al vestuario cero tres que cero uno, que eso les sirvió de mucho. Esa es la clave de todo el proceso, además de que el chileno no tenga capacidad cerebral suficiente para haberse tirado al suelo cuando el otro le tocó la cara.
Por lo tanto, resumo, hemos perdido (que eso del tres a tres es perder el partido, no empatarlo) porque Gary Medel es incapaz de controlar sus instintos, además de no ser capaz de distinguir cual es la mejor opción: echarle la pelota a un compañero que tenia a la izquierda a dos metros o vacilar y levantar un sombrerito por encima del bético, que no desaprovechó la ocasión.
En cuanto a lo que Medel nos da y nos quita, por ejemplo nos da el ser el jugador de la liga más expulsado, dejar a su equipo vendido en más de una ocasión y una imagen del jugador sevillista “tipo” que raya más en el cromañón que en el jugador de talento, ingenioso y elegante como Kanouté, Campanal, o el mismo Jesús Navas.
Y en cuanto a lo del árbitro, habrá que acostumbrarse, la realidad es que no pintamos mucho en el panorama actual del futbol; el Sevilla no tiene la identidad de 2007-2010, ni el oficio. ¿Tu crees que se le hubiera ido el cero tres a aquel equipo? Yo le doy un 10 por ciento de la culpa al árbitro y un noventa al chileno.
Un saludo.