domingo, 23 de diciembre de 2012

¿Por qué los niños de San Ildefonso desafinan tanto?


Esta es la pregunta que me hacía ayer viendo un momento el Sorteo de la Lotería de Navidad.

Cuando yo era pequeño recuerdo que los niños de San Ildefonso eran un ejemplo de cómo entonar una melodía que no por breve dejaba de ser música. No había una nota mal dada y la coordinación entre los dos niños de la pareja era absoluta. Ambos en el mismo tono. Ni un solo fallo.

Desde hace unos años (bastantes ya), esto ha dejado de suceder. Cada niño entona como quiere, va (nunca mejor dicho) a su bola. Uno en un tono y el otro en otro tono totalmente distinto. Y algunos desafinando de una manera que resulta indigno para un evento de esa importancia. Que digo yo que ya tiene mérito desafinar cuando sólo se dan cuatro o cinco notas.



Imagino que en un país en el que triunfan, valga la redundancia, “triunfitos” y concursitos con gente desafinando (y mucho) este hecho del Sorteo de Navidad pasará absolutamente inadvertido. La cultura musical de este país deja mucho que desear.

Esto es España.

No hay comentarios: