lunes, 5 de enero de 2009

Ya empiezan los movimientos

Si, si... llega un momento en la liga en que los movimientos para situar a los equipos de turno en el lugar "que les corresponde" son más evidentes si cabe. Y ese momento parece que ya ha llegado. La jornada ha sido clarificadora.

Al Barcelona le regalan el partido de forma descarada... un partido que se les había atragantado. Al Madrid no le pitan un penalti clamoroso en contra en el minuto 85 que hubiera supuesto el empate. Y al Sevilla... ¡ay al Sevilla! Pues al Sevilla lo de siempre. Otro atraco a mano armada. Y para desgracia del equipo juegan mal, con lo que el debate sobre el juego del equipo tapará el arbitraje demencial de Delgado Ferreiro.

Evidentemente que el equipo no jugó como a mí me gustaría. Ojalá además de ganar jugara todos los partidos de lujo. Pero también sabemos lo mal que se nos dan las malas artes de Osasuna. El caso es que, incluso jugando mal, incluso habiendo llegado menos veces a puerta de lo que es habitual, el partido habría quedado cómodamente en un 3-0 si el sinvergüenza del silvato hubiera pitado los dos penalties clamorosos sobre Kanouté.

Y vuelvo sobre las palabras de Scaloni en relación al partido Barcelona-Mallorca sobre el árbitro. Equivocarse se puede equivocar cualquiera. Y por supuesto que todo el mundo tiene derecho a hacerlo lo mejor que pueda, y a pesar de todo cometer un error. Todos. Jugadores, entrenadores y árbitros. Pero equivocarse queriendo,... es decir,... eso no es equivocarse... es dejar de pitar algo que he visto pero que no me interesa, y me hago el loco... ESO ES MUY GRAVE, y no dejaré de denunciarlo. Lo peor es que se nota perfectamente cuando un árbitro es malo, y cuando falla a posta, para perjudicar deliveradamente a un equipo. Y el Sevilla en ese 2º puesto de la liga molesta, y había que quitarlo de ahí.

Repito que el Sevilla jugó mal. Pero lo de nuestra afición no lo entiendo. Lo que el Sevilla ha construido lo ha hecho desde la modestia, y así debemos seguir. Y se ve que lo de convertirnos en grandes no nos sienta bien, y nos creemos lo que no somos. Los equipos grandes lo son, por desgracia, porque les regalan puntos los arbitrajes. Y evidentemente, nosotros no somos grandes aún. Y espero que nunca lo seamos en ese sentido.

Y según lo medios de comunicación los equipos grandes también lo son porque ganan cuando juegan mal. Y nosotros, jugando mal, habríamos ganado hoy si no fuera por el árbitro, y sin embargo la afición carga contra el equipo.

Pues yo sigo sin entender nada.

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