jueves, 22 de abril de 2010

Deportividad

Ya escribí hace tiempo para un periódico deportivo de Sevilla un artículo sobre lo cínico que es el mundo del deporte, especialmente en aquellos deportes que mueven mucho dinero, y como la deportividad, que es lo que debería primar y a muchos se les llena la boca con esa palabra, ni existe ni se quiere que exista, porque no interesa.

En estos días se han dado varios acontecimientos que me han hecho recuperar esta reflexión. Por un lado, el niño mimado de la Fórmula 1 (inglesa), Lewis Hamilton, lleva ya dos grandes premios haciendo lo que cree oportuno, saltándose todas las reglas habidas y por haber que rigen este deporte, porque sabe que haga lo que haga él tiene "licencia para matar", como su compatriota James Bond, y no le van a sancionar de ninguna de las maneras. Es vergonzoso que las actitudes descaradamente antideportivas se este piloto se premien en vez de castigarse, pero ahí queda la cosa. Ya vivimos en la Fórmula 1 algo parecido con Michael Schumacher, en sus tiempos, que sería mejor o peor piloto, no lo sé, pero desde luego siempre recurría para ganar a las argucias más sucias que se le ocurrían, aunque a él sí lo sancionaron alguna vez (ni la décima parte de las que hubiera merecido, pero algo es algo).


En motociclismo pasa algo parecido con Valentino Rossi, que no termino de saber si es o no buen piloto, porque la mayoría de las veces gana haciendo trampas. Y llevamos dos años viendo como su compatriota Marco Simoncelli ha puesto literalmente en peligro la vida de varios pilotos y no ha sido ni muchísimo menos sancionado. Todo lo contrario. Encima le ponen la etiqueta de genio del motociclismo.

Lo peor de todo es que estos personajes se convierten en modelo, diría que incluso en ídolos, de muchos niños que intentarán imitarlos, en lo bueno y en lo malo. Y escasean, la verdad, los deportistas deportivos, valga la redundancia.

En este sentido, me gustaría destacar a una persona que cada día me gusta más, por lo centrado, lo cabal, y porque creo que encarna perfectamente el espíritu que debería dominar en el deporte, el del respeto, la modestia y la deportividad. Me refiero al entrenador del F.C. Barcelona, Pep Guardiola.


Destaca además por estar en un equipo, en un entorno, que en absoluto ayuda a esta postura, donde los directivos son modelo de muy pocas cosas buenas, por no decir ninguna. Adelanto que no soy barcelonista, ni mucho menos, pero reconozco que ayer el equipo de la ciudad condal sufrió un arbitraje que rozó la persecución. A mí me pareció increíble. Y en un ambiente llamemoslo "italiano", que es todo lo contrario a lo que encarna el espíritu deportivo. En esa tesitura, y con la tensión del encuentro aún a flor de piel, el entrenador del equipo contrario, el Inter de Milán, hizo todo lo posible, usando muy malas artes, por provocar a su homónimo del Barcelona. Creo que cualquiera en esas circunstancias habría caído en la trampa. Y precisamente por eso destaco las declaraciones de Pep Guardiola sobre Mourinho, que fueron las siguientes:

"Le conozco desde hace tiempo y no voy a invertir ni un solo segundo para desgastarme. Es un buen entrenador. (...) Somos una gran entidad y un referente para muchos niños. No voy a perder la concentración con esto".

Al menos una persona en el mundo del deporte con la suficiente cabeza como para darse cuenta de que son "referente para muchos niños", a los que pueden hacer mucho daño con sus actitudes. Me quito el sombrero ante este hombre. Espero que siempre actúe así. No obstante, me gustaría avisar a Guardiola que tiene en sus filas a uno de los jugadores más rastreros y antideportivos del fútbol español, Sergio Busquets, al que por cierto él descubrió. Creo que es un jugador con unas cualidades magníficas, pero a mí no me compensa tener a un jugador así si después las malas artes están por encima de todas las buenas cualidades. Algo así como Guti en el Madrid. Claro que para Busquets, esa actitud rastrera y poco deportiva ha tenido su premio... ir a la selección nacional.

Así de duro y de cínico, como decía al principio, es el mundo del deporte.

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