lunes, 9 de enero de 2012

Categoría

Creo que no se me puede tachar de madridista ni de barcelonista, pero viendo ayer la reacción de Guardiola tras el robo sufrido ante el Español, no puedo hacer más que aplaudir una vez más la categoría de este entrenador. Los clubes están siempre por encima de las personas, pero son las personas las que hacen grandes a los equipos. Y las personas que ahora mismo están en el F.C. Barcelona (o muchas de ellas) poseen una elegancia que está a años luz de los personajes (por buscar una palabra fina) del equipo de Chamartín.

Ayer, en la rueda de prensa posterior al partido, tras un penalti por manos de libro, de esas que estoy convencido que el árbitro ve pero, por alguna razón oculta que se me escapa, no quiere pitar, la reacción de Pep Guardiola fue restarle importancia e insistir en que un equipo como el Barcelona no puede fijarse en eso, que deben controlar lo que depende de ellos. Autocrítica pura a pesar del atraco.

Aquí está la rueda de prensa (ver en el minuto 4:05):


Me pregunto si esto hubiera pasado con el Real Madrid, cuál habría sido la reacción de Mourinho. Seguro que habría sido similar. Seguro.

Unos tienen la clase que a otros les falta

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