Hace un par de semanas unas criaturitas que no sabían como matar su aburrimiento (pobres) decidieron dedicar su tiempo y sus esfuerzos a la provechosa tarea de quemar papeleras. Y desde entonces, la papelera que se encuentra en mi calle se había quedado reducida a una estructura metálica en forma de T unida a una farola.
Pues bien, hace un par de días decidí llamar al teléfono del Ayuntamiento de Sevilla (el 010) para dar parte a Lipassam de esta situación. Tomaron nota de la incidencia y colgué, sin tener muy claro si tardarían mucho en reponer la papelera (o si el aviso quedarían en el olvido).
Un día tardaron. Al día siguiente (ayer) cuando llegaba a casa me fijé y ya estaba la papelera en su sitio.
La papelera en cuestión |
Cuando las cosas se hacen mal creo que hay que criticarlas. Cuando se hacen bien, me gusta elogiarlas.
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