martes, 19 de mayo de 2009

Eurovisión

Mentiría si dijera que el pasado sábado ví el festival de Eurovisión. Hace años que no lo veo.

La verdad, nadie a quien le guste la música creo que sea capaz de aguantarlo, y a mí la música me encanta. La calidad musical de este concurso nunca ha sido alta, pero ciertamente cada año va a peor. Cuesta trabajo recordar una canción realmente buena que haya sonado en Eurovisión. Se pueden contar con los dedos de una mano, creo. Y por supuesto, ninguna creo que pertenezca a los últimos diez años.

Y es que el festival de Eurovisión no tiene nada que ver con la música. Nada, o muy poco. Desde siempre, este momento ha sido simplemente el termómetro más fiable para poder interpretar las buenas o malas relaciones que existen entre los distintos países europeos. O las relaciones inexistentes.

Esa es la única repercusión que tiene este festival. Esto es lo único interesante.

Como digo, no tuve estómago para ver el concurso, para escuchar las "canciones", pero sí estuve viendo la recta final de las votaciones. Y ahí estaba mi país, finalmente el penúltimo de un montón de países. Ahí estaba el éxito de la política exterior de este gobierno del talante, de la alianza de civilizaciones.

¡Qué maravilla! ¡Qué logro! ¡Qué hito histórico! Bueno, y no quedamos últimos por sólo un punto, no os vayáis a creer que estuvimos tan lejos. Bueno, pues misión cumplida. España está en el lugar que los españoles, democráticamente, han querido que esté.

Sigamos así. Siempre adelante. Hacia el éxito.

¡Somos los líderes de Europa! ¿Qué haría Europa sin nosotros?

1 comentario:

Salvador Calzado dijo...

No voy a comentar nada.
Pero ABBA, Mocedades, Celine Dione y en esta última edición (Noah o Patricia Kaas) creo que tienen calidad suficiente.
Ahhh y Waterloo, Bailar pegados o Gwendoline son canciones que se interpretaron en ese acto no musical.
En fin... tampoco el Betis tiene 100 años