viernes, 15 de mayo de 2009

Las bicicletas son para el verano

Estoy harto... de verdad que estoy harto.

Harto de las puñeteras bicicletas que han invadido mi ciudad, sin ningún tipo de reglas, con la licencia para matar que oficialmente les ha otorgado este Ayuntamiento.

A mí ya han estado a punto de atropellarme un montón de veces. Y no me refiero por el carril bici ilegal ese que han construído, que contraviene todas las normas habidas y por haber, no. Han estado a punto de atropellarme caminando tan tranquilo, por la acera,... desde doblando una esquina hasta en plena calle Sierpes, a una hora que se supone que está prohibido circular, pero que aquello parece la etapa reina del Tour de Francia. Bueno, salvo porque aquí no hay policías para controlar nada, como en el Tour.

Pero digo que estoy harto porque hoy han estado a un palmo de llevarse por delante a mi niño en su cochecito, y eso sí que no se lo voy a permitir a nadie. Tan sencillo como salir de casa, bajar en ascensor, darle al pulsador para abrir la puerta del edificio, salir (evidentemente el niño va delante y yo detrás, empujando el carro), y una bici a toda pastilla, por la calle peatonal a la que da el portal, que frena en seco y, como digo, se queda a un palmo de mi hijo.

De verdad que no sé lo que hubiera pasado, pero es intolerable que uno salga cada día a la calle jugándose la vida porque a unos inútiles jugando a ser políticos les da por hacer una barbaridad tras otra en esta mierda de ciudad en que se ha convertido Sevilla.

Y ojo, que todo esto lo digo en frío, después de que han pasado ya más de diez horas del incidente. Porque si me pongo a escribir en caliente...

Reconozco (y conozco) que hay algunos (pocos) ciclistas que cumplen... iba a decir que cumplen las normas, pero como no hay normas... mejor diré que son enormemente respetuosos con el resto de sus conciudadanos. Pero por desgracia son los menos. Lo cierto es que la gran mayoría van como quieren, por donde quieren, y además tocando continuamente ese timbrecillo que cada día me irrita más.

Supongo que esto tiene que explotar algún día, porque cada vez hay más incidentes con bicicletas, si bien el gobierno local con su fiel estilo dictat... democrático los silencia para que no se conozcan. Pero tarde o temprano explotará y muchos se hartarán, y entonces Sevilla se convertirá en la ciudad sin ley.

Ah, no... que ya lo es.

No hay comentarios: