domingo, 20 de mayo de 2012

El último despropósito

La verdad es que cada vez entiendo menos cómo se están haciendo las cosas en mi queridísimo Sevilla F.C.

En el tramo final de liga del desastroso Sevilla de Míchel (por mucho papel de celofán que ahora le pongan), si ha brillado un jugador -además de Navas, por supuesto- ése ha sido Deivid. Un chaval que lo ha hecho bien tanto de central como en el centro del campo, jugando la pelota con criterio y con una madurez que a mí, personalmente, me ha llamado muchísimo la atención.


Pues bien, el Sevilla F.C. ha decidido no renovarle el contrato a este magnífico jugador. La justificación: que por su edad no puede jugar en el filial (ni falta que hace) y que podría cortarle la progresión a otros jugadores más jóvenes. Vamos a ver, Deivid tiene 23 años. ¿Qué progresión le va a cortar a nadie? Si es bueno, lo que hay que hacer es potenciarlo para que sea aún mejor. Y los que vienen por detrás, pues que se ganen el puesto también, como Deivid se lo ha ganado.

O sea, que el criterio para los canteranos es: "da igual como lo hagas, porque si te esfuerzas y lo haces muy bien, lo mismo te echamos". Maravilloso criterio. Y muy motivador, sí señor.

Además, un futbolista polifacético, que cubre varias demarcaciones, de los que siempre han gustado en este club (al menos cuando estaba Manolo Jiménez era así). ¡Ah, no! Que Manolo Jiménez es muy malo y por eso lo echamos. Que el bueno es Míchel. No me acordaba.

Pues nada. Un futbolista que perdemos. Él que no se preocupe porque estoy seguro de que ofertas no le faltarán.

Nos estamos convirtiendo en un club absolutamente distinto al que a mí me hacía sentirme orgulloso.

No hay comentarios: