martes, 1 de noviembre de 2011

Hallow... ¿qué?

Hace 20 años nadie en su sano juicio en España, en la festividad de Todos los Santos, celebraba nada que se llamara Halloween. Nadie lo celebraba ni se lo planteaba. A algunos nos podía sonar como una fiesta que se celebraba en otros países y que no sabíamos muy bien de qué iba. Como la Janucá en Israel, la Fiesta de la Cerveza en Alemania, el Mardi Grass en Nueva Orleans o el Seker Bayrami de Turquía.

Lo peor de todo es que debido, creo, a una mezcla entre la globalización y a un deseo de celebrar por celebrar sin saber muy bien por qué, se ha instaurado desde hace poco y de manera cada vez más fuerte una celebración en nuestras calles que para nada corresponde a nuestra tradición. Y lo que es peor, la gente no tiene ni idea de qué es lo que está celebrando.

Yo no estaré nunca en contra de que una sociedad evolucione, cambie, mejore e incorpore elementos interesantes. No me considero para nada un arcaico ni me gustan las sociedades estáticas. Pero con lo que no puedo es con el borreguismo. Y ver a las masas celebrando algo que, como digo, ni siquiera se han planteado de dónde viene ni qué significa, a mí, personalmente, me indigna.

Por lo que yo sé, la fiesta de Halloween es una fiesta pagana de origen celta que se celebraba con motivo del final del verano. Parece ser que los Celtas, en esta época, creían que la línea que une al mundo de los vivos con el de los muertos se estrechaba y permitía pasar a los espíritus, de manera que homenajeaban en esta fecha a los familiares que habían fallecido e intentaban alejar a los espíritus malignos usando trajes y máscaras.



Pues bien, esta tradición se adoptó en Estados Unidos a mediados del siglo XIX gracias a los inmigrantes irlandeses. "Halloween" significa All hallows Eve (Víspera Santa), pero la fantasía anglosajona le robó su sentido religioso para celebrar, simplemente, una noche de terror, de brujas y fantasmas. Y se desarrolló como algo propio, sobre todo, de Estados Unidos y Canadá a lo largo del siglo XX.

No entiendo el sentido de celebrar esto en España, justo coincidiendo con una fecha en la que conmemoramos desde hace siglos la tradición cristiana de recordar a nuestros seres queridos que han fallecido y tener presentes a todos los Santos de la cristiandad de una manera totalmente distinta, sin máscaras ni sustos.



Y todavía tengo que aguantar que un grupo de niños se presenten en mi puerta disfrazados y me digan eso de "Truco o trato", que la verdad, no sé qué significa... ni me importa.

Pues bien. Sigamos importando tradiciones que ni nos van ni nos vienen, que así nos va.

1 comentario:

José Luis dijo...

Si lo de truco o trato a ti no te importa,imaginate a mi, he visto en facebook una respuesta: "que tge de por saco", aunque he encontrado unos versos en un blog, el de Emilio Jimenez Diaz, en el que cita a un profesor suyo, D. Enrique J. Rodríguez Baltanás:

Pantasma, ay, qué pantasma,

qué blanquito personaje,

anda y vete pa tu casa

y asusta a tu puta madre.

Acción: reacción. Saludos.José Luis.